La idea principal en la que se centra mi proyecto es poder acercar el mundo de la Inteligencia Emocional a los más pequeños, para que puedan empezar a conocerlo y tratarlo. Después de pensar cómo podía llevar a cabo esta idea, investigando y analizando otros ejemplos ya existentes, pensé que lo mejor era llevar la Inteligencia Emocional a los niños a través de un personaje, alguien que pudiera acompañarlos durante el aprendizaje y descubrimiento de las emociones, y pudiera simplificarles algo que es mucho más complejo de lo que parece.
Sin embargo, ya existen libros, películas o juegos que tratan la Inteligencia Emocional de una manera sencilla para que los más pequeños puedan entenderla. Y la mayoría de estas ayudas didácticas se basan en un personaje. Entonces, ¿qué tiene de especial mi proyecto? Bien, la idea es poder diseñar un personaje, como ya he comentado, que sea flexible para cualquier plataforma, tanto física como digital. Mi reto es crear un contenido que pueda adaptarse para que los niños puedan encontrarlo y acceder a él, no solo en la escuela, sino en su casa, en el parque, con sus amigos… Sería de gran ayuda para ellos que el mundo de la Inteligencia Emocional formara parte de su día a día y lo vieran como algo que forma parte de la vida diaria.
Pero, ¿en qué consiste la Inteligencia Emocional?
Existen muchas definiciones, pero, podríamos decir, que la Inteligencia Emocional es la capacidad que tenemos para gestionar, comprender o manejar nuestras propias emociones. Por ello, tener inteligencia emocional nos ayuda a mejorar nuestra calidad de vida y a tener relaciones personales más sanas y de calidad. Pero los beneficios que puede aportarnos ser inteligentemente emocionales, como bien ha demostrado el psicólogo Goleman, pueden ser muchos más: nos capacita para ser capaces de motivarnos a nosotros mismos, nos empuja a perseverar en el empeño a pesar de las posibles frustraciones, nos ayuda a controlar los impulsos, a diferir las gratificaciones, a regular nuestros propios estados de ánimo, también nos hace capaces de evitar que la angustia interfiera con nuestras facultades racionales y nos hace empáticos con los demás.
Sin embargo, investigando sobre el tema, he leído estudios de muchos psicólogos que hablan sobre la importancia de empezar a aprender sobre la Inteligencia Emocional desde la infancia, ya que es cuando más capacidad hay de adaptación, aprendizaje y cambio. Y ese es el gran fallo, que en las escuelas no se trata el tema, y los padres tampoco están informados para poder enseñar a sus hijos desde casa. Esa es la razón que me llevó a investigar cómo podía acercar ese mundo a los más pequeños.
¿Por qué es tan importante que eduquemos a nuestros hijos o alumnos con Inteligencia Emocional? Aunque la demanda de herramientas sea actualmente elevada, aún sigue siendo una de las más importantes tareas pendientes en nuestra sociedad. Sin embargo, Goleman ya nos advirtió hace 25 años de que los costes del analfabetismo emocional son muy elevados: crímenes, violencia, arrestos, uso de armas de fuego, suicidios, inseguridad ciudadana, depresión, ansiedad, estrés, desordenes de la alimentación, abuso de drogas y alcohol... Como ya hemos visto, las emociones pueden determinar nuestra manera de afrontar la vida, de hecho, algunas investigaciones han puesto de manifiesto que la experimentación de emociones negativas puede llegar a afectar a la salud, derivando en una disminución de las defensas, convirtiéndonos en personas vulnerables. La comprensión y la gestión de ellas puede resultar imprescindible para nuestra integración en la sociedad. Por ello, debemos tenerlas presentes en todo momento en cuanto a niños se refiere, ya que la infancia es una etapa crucial para el aprendizaje del manejo y gestión de estas.
“Si crece como una persona inteligente, con un buen trabajo, una casa, una pareja, pero no tiene autoestima, todo lo demás no importa, porque no va a ser capaz de disfrutarlo”.
Álvaro Bilbao
CREACIÓN Y DISEÑO DEL PERSONAJE
En cuanto al diseño del personaje, tuve que investigar sobre qué “ser” era más adecuado, cómo debía ser la forma o la estructura, teniendo en cuenta que va destinado a niños pequeños, y cómo iba a ayudarme a trabajar con las emociones. El primer paso para empezar a crear era decidir qué iba a ser mi personaje, ¿un niño/a, un animal, un alimento, un objeto…? Barajé varias opciones intentando seguir una serie de requisitos que yo misma me había marcado:
Quería que fuera un personaje simple, con el mínimo de detalles.
Debía ser universal, no quería que representara ni sexo, raza, edad…
Me gustaba la idea de que fuera algo moderno, incluso futurista.
Era importante que tuviera colores básicos, neutros, pero de tonos claros. Y una forma sin esquinas ni picos, sino más bien redondeada, que trasmitiera simpatía.
Otra clave importante a la hora de escoger el diseño era que mi personaje debía descubrir las emociones junto a los niños, por lo tanto, debía ser “algo” que no estuviera acostumbrado a sentir, que fuera nuevo para él. Y era importante que pudiéramos ver esas emociones a través de él.
Todos estos puntos me llevaron a pensar que lo mejor era utilizar un robot como personaje principal de la trama. Un robot en el mundo humano. El primer robot de la tierra con emociones.
El diseño que quería llevar a cabo es claro: un robot con forma esférica, sencillo, sin decoración ni detalles en exceso, de colores neutros (blanco y negro), sin que tuviera necesariamente articulaciones para que fuera más fácil modelarlo en 3D, ya que mi nivel de modelado y animación es totalmente de principiante, y con una cara o pantalla que muestre sus expresiones. Mi principal referente para el diseño fue Eva de “Wall-e”.
Bocetos Iniciales:
Pero, ¿qué emociones debía representar en mi personaje que fueran las esenciales? ¿Y cómo podría hacerlo para que pudieran separarse de él y perderse? Como ya he comentado anteriormente, una de las ideas que quería mantener era la idea de darle importancia a todas las emociones, como hace la película “Inside Out”, provocando que nuestro robot perdiera sin querer “lo que contiene esa emoción” y pudiéramos ver qué ocurre cuando falta y la importancia de encontrarla. También quería que se pudieran "despertar" ver varias emociones a la vez, por ello, descarté la idea de que el cuerpo se pusiera de color para que no hubiera una mezcla extraña de colores si el personaje sentía tres emociones a la vez, por ejemplo. Seguí con la idea de utilizar el diseño de las esferas de cristal de la propia película e intenté ver cómo podían casar con mi diseño.
Me informé a través de distintos libros, webs y charlas, para saber cuáles eran las emociones principales que debía representar para los niños. A través de estas cinco emociones básicas, las mismas que se representan en la película de “Inside Out” o en el libro “El Monstruo de colores”, se pueden llegar a sacar el resto de los sentimientos, los cuales surgen a partir de una emoción principal.
A continuación, muestro una tabla muy interesante, elaborada a partir de la película “Inside Out”, en la cual podemos ver los sentimientos que surgen a partir de las 5 emociones principales:
Tras haber tomado las decisiones de diseño mostradas, rediseñé a Bot, para acabar de perfeccionarlo, y le añadí la idea de utilizar las esferas como una parte de su cuerpo que le permite sentir, pero la cual puede perder. Este es el diseño final que, posteriormente, lo usaré para modelar en 3D:
Antes de empezar a modelar el diseño en 3D, me pareció que era necesario crear una versión totalmente ilustrada. La idea es que fuera sencilla, que estuviera hecha con trazos, pero no perfectos. Quería conseguir que fuera cercano para los niños, que sintiera que ellos también pueden llegar a dibujar algo parecido.
MODELADO 3D DEL PERSONAJE
Una vez terminada toda la fase de diseño, relacionada con mi posgrado de ilustración, empezaba el momento de meterme de lleno en el 3D. Utilizando los bocetos que realicé durante la creación del personaje, modelé el robot, con el programa Cinema 4D. Durante todo el proceso, el modelado fue evolucionando. A continuación, voy a mostrar algunas imágenes de las distintas fases. Tuve algunos problemas en cuanto al diseño de los huecos en el cuerpo para las esferas, porque no tuve problema en hacer uno pero en cuanto hacía 5 todo el cuerpo se acababa deformando. Intenté probar a crear huecos sin bordes pero no hacían un buen efecto. Finalmente lo solucioné añadiendo unos bordes a los huecos. Pasé de un primer diseño muy simple, con texturas planas, a darle más forma, buscando ese cuerpo esférico que quería conseguir:
Resultado Final del Modelado 3D:
A parte de diseñar y modelar a Bot en 3D, pensé que era necesario que hiciera un diseño o, al menos, un prototipo de cómo podría ser el título o logotipo para la serie de animación o las distintas aplicaciones que tenía en mente. Adjunto el diseño en 3D y el ilustrado:
ANIMACIÓN DEL PERSONAJE
Cuando logré terminar de modelar el robot, empecé el proceso de animación. Quería crear una pequeña secuencia, de unos segundos, en la que pudiéramos presentar a Bot. La idea es que sea un vídeo corto, de pocos segundos, que muestre quién es Bot y cómo funciona. Un inicio de lo que podría ser una serie de televisión animada, una película, pequeños cortometrajes en Youtube o Redes Sociales, e incluso para aplicaciones móviles, tanto de juegos como didácticas e interactivas.
Para empezar a animar a nuestro protagonista, es necesario crear una base de la cual guiarnos, por ello, a continuación, muestro mi Storyboard:
Como podemos ver en la historia que se narra, es una simple presentación, para tener un primer contacto con el personaje en formato digital, y para poder ver y entender cómo funciona el mecanismo de las emociones en él. Vemos que en los pocos segundos que dura el vídeo, nuestro personaje cambia de emoción varias veces, e incluso llega a sentir dos a la vez. Esto es importante para que los niños vean que las emociones son continuas e intensas, que se pueden mezclar e incluso aparecer y desaparecer en segundos.
También intuimos que hay más personajes en esta historia. Bot es el primer robot con emociones en la Tierra, y en ella siguen habitando seres humanos, por lo tanto, también hay niños. Bot descubrirá qué son las emociones y cómo gestionarlas de la mano de sus compañeros de clase. En este proyecto aún no he podido llegar a desarrollar el resto de los personajes, como ya he comentado, ya que mi trabajo de final de grado se ha centrado en crear el concepto, diseñar el personaje principal, modelarlo en 3D y llevar a cabo una pequeña animación. También he investigado y creado una serie de propuestas para que el personaje pueda llegar a ser multiplataforma. Por lo tanto, como es un proyecto que seguiré desarrollando, el resto de los personajes los diseñaré posteriormente.
Resultado final de la animación:
Una vez diseñado mi personaje, modelado en 3D y animado, ¿cuál es el resultado? ¿Qué quiero conseguir o cuáles son mis propuestas? Bien, como ya he dicho, la idea principal que quiero lograr con este proyecto es que Bot sea multiplataforma. Quiero proponer una serie de aplicaciones, usos o maneras de desarrollar el diseño para que pueda llegar a los más pequeños de todas las formas posibles. La idea es que pueda traspasar la pantalla o el papel, que pueda ser una herramienta o ayuda didáctica tanto de manera física como digital.
Futuras plataformas propuestas para adaptar el diseño de Bot:
Cuentos educativos físicos y digitales, con actividades y partes interactivas como solapas, telas, etc.
Juguetes educativos y merchandising.
Aplicaciones didácticas y juegos para móviles o tablets.
Serie de animación educativa, como Dora la Exploradora o La casa de Mickey Mouse, series que rompen con la cuarta pared y se dirigen directamente a los niños.
Películas de animación educativas.
Recursos educativos para las escuelas y los hogares.
Este artículo recopila una pequeña parte, y lo que creo que es principal, de mi trabajo de Final de Máster. Espero que haya podido ser de vuestro interés.
¡Muchas gracias!
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